Érase una vez un niño llamado Tom. Era un muchacho trabajador que a menudo realizaba tareas en la casa para ayudar a sus padres. Un día, mientras estaba en el jardín atendiendo sus tareas, se encontró con un anciano con un sombrero de aspecto peculiar. El hombre no dijo nada, pero le indicó a Tom que se acercara.
Tom accedió y se sorprendió cuando el anciano habló con voz suave: «Veo que estás trabajando duro en tus tareas. ¿Quieres que te ayude?».
Un poco indeciso al principio, Tom aceptó y le agradeció su oferta de ayuda. ¡No sabía que aquel amable desconocido le había maldecido! A partir de entonces, cada vez que Tom pedía ayuda para alguna de sus tareas, sucedía algo extraño; ¡los animales se dispersaban o los objetos se movían solos como si hubieran cobrado vida propia!
A medida que pasaba el tiempo, Tom se sentía cada vez más perplejo por estos sucesos, así que un día decidió seguir al misterioso forastero al bosque que había detrás de su casa, decidido a obtener respuestas sobre su situación. Tras horas de búsqueda a través del denso follaje y las raíces cubiertas de maleza, finalmente tropezó con un claro en el que, sentada sobre una seta, yacía Yallery Brown: ¡la criatura responsable de maldecirle!
Yallery Brown resultó ser un hada pícara que le explicó por qué le había maldecido: porque por mucho que la gente se esfuerce en ayudar a los demás siempre espera algo a cambio, por lo que quería enseñar a Tom el verdadero valor de ayudar sin esperar nada más. Después de escuchar su historia, Tom asintió con la cabeza antes de dar las gracias a Yallery Brown por enseñar una lección tan importante. Ella sonrió antes de salir volando dejando a su paso destellos de polvo.
A la mañana siguiente, Tom regresó a casa sintiéndose renovado; desde que conoció a Yallery Brown comprendió la importancia del verdadero altruismo y juró no olvidar nunca lo que ella le enseñó aquel día. Aunque a veces las cosas no resultan como las habíamos planeado, a veces lo que viene después es incluso mejor de lo que podríamos haber imaginado.
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