Había una vez una dulce niña llamada Lotta. Siempre estaba llena de energía y le encantaba hacer nuevos amigos allá donde fuera.
Un día, mientras corría y jugaba al pilla-pilla con sus amigos en el jardín, sintió que algo extraño ocurría dentro de su boca: ¡uno de sus dientes había empezado a moverse!
Se lo contó a todos sus amigos y se emocionaron mucho. Decidieron que el diente debía ser para el Ratón Pérez, que vendría a recogerlo en algún momento de la noche. Todos estaban deseando que llegara la noche para ver si sus predicciones eran correctas o no.
En cuanto cayó la oscuridad, todos se reunieron junto a la cama de Lotta esperando ansiosamente cualquier señal de actividad del exterior. De repente, se oyó un suave golpeteo en la ventana de Lotta: ¡parecía que alguien quería entrar! Los niños corrieron a abrir la ventana y se encontraron con una vieja hada de pie ante ellos con una bolsa llena de monedas de oro. Les informó de que, como era un momento tan importante para la pequeña Lotta, que perdía su primer diente, quería ofrecerles algo especial a cambio: unas monedas de oro como recompensa si le dejaban llevarse el diente en lugar de dejárselo al Ratón Pérez.
Los niños pensaron mucho en lo que sería mejor: ¿deberían aceptar este generoso regalo o dejar fuera el precioso diente de su amiga? Tras muchas deliberaciones entre ellos, finalmente se pusieron de acuerdo: ¡regalar algo tan especial merecía una recompensa igual de especial! Así que el hada salió volando y se llevó el primer diente de leche de la pequeña Lotta junto con unas monedas de oro para todas las partes implicadas, tanto las hadas como los ratones. Lo que siguió a continuación fue mágico…
A la mañana siguiente, cuando todos se despertaron, se quedaron asombrados por lo que había sucedido durante la noche: la habitación brillaba con el oro que el hada había dejado a cambio del diente de leche perdido de la pequeña Lotta. Ahora todo el mundo sabía que el pensamiento independiente puede llevarnos a veces a los resultados más inesperados pero hermosos.
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