Tumi va al parque
Tumi estaba muy emocionada. Hoy era la primera vez que iba al parque. Había oído hablar de él a sus amigos y se moría de ganas de explorarlo.
Bajó corriendo por la calle, despidiéndose de su madre a medida que avanzaba. Cuando llegó, Tumi se quedó boquiabierta al ver lo bonito que era. Había árboles por todas partes y muchas flores brillantes en flor. Parecía un lugar mágico.
El sol brillaba con fuerza mientras Tumi recorría el parque, saludando a todos los animales que encontraba por el camino: los pájaros que cantaban en sus nidos, las ardillas que trepaban por los árboles, las mariposas que revoloteaban de flor en flor… ¡Todos eran tan amables y acogedores!
Finalmente, Tumi llegó a un gran estanque en el que los patos nadaban alegremente alrededor de su orilla. Se acercó corriendo y empezó a hablar con ellos, haciéndoles preguntas sobre su vida en este maravilloso lugar al que llamaban hogar. Los patos graznaron con entusiasmo, como si supieran lo que quería decir con cada palabra.
Mientras Tumi seguía explorando el parque, se detenía unos instantes aquí y allá para asimilarlo todo, respirando profundamente el aire fresco perfumado con agujas de pino o deteniéndose para conversar con otros niños que también disfrutaban visitando este lugar tan especial. Pronto llegó la hora de volver a casa, pero no sin sentirse agradecida por haber pasado un día tan maravilloso en el parque, lleno de nuevos descubrimientos y conversaciones.
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