Había una vez una niña llamada Lulú. Acababa de obtener su primer carné de la biblioteca y estaba muy emocionada por sacar libros. Iba a la biblioteca todas las semanas, eligiendo nuevas historias que le encantaban.
Un día, cuando Lulú volvió a la biblioteca con su mamá, encontró algo especial: Un gran libro sobre animales. Enseguida supo que ése iba a ser su libro favorito.
Lulú no podía esperar a llevarlo a casa y enseñarlo. Pero entonces llegó el problema: ya había sacado dos libros esta semana y había que devolverlos antes de poder llevarse a casa más libros. Pero Lulú no quería devolverlos, ¡quería ese libro de animales para ella sola!
¿Y qué hizo la inteligente Lulú? Escondió rápidamente los otros dos libros en el bolsillo de su chaqueta y se fue corriendo sólo con el libro de animales en la mano. Mamá la llamó pero, por supuesto, Lulú no respondió, ¡estaba demasiado ocupada huyendo de tener que devolver los otros dos libros!
Sin embargo, mamá decidió no renunciar a la búsqueda de Lulú; muy pronto, las dos estaban fuera de la biblioteca intentando buscar exactamente dónde podría haberse ido la adorable lu lu… Después de buscar por toda la ciudad durante más de una hora, por fin alguien vio a nuestra querida pequeñita perdida escondida detrás de unos arbustos cercanos cantando alegremente junto a unos pájaros mientras se agarraba con fuerza a su querido libro de animales. Mamá sonrió al ver lo feliz que estaba la pequeña Lulú, aunque eso significara no haber devuelto los otros 2 libros a tiempo… parece que la conversación funcionó mejor que la regañina de todos modos 🙂
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