Había una vez un ratoncito llamado B. Mouse al que le encantaba leer libros. Un día se encontró en la biblioteca y decidió elegir un libro para leer.
Se acercó a la estantería y encontró uno que le llamó la atención: se llamaba «La historia interior». Lo abrió y empezó a leer sobre un personaje que se había embarcado en una aventura dentro de un viejo libro. A medida que avanzaba en la lectura, el ratón B. se sintió arrastrado por la historia como por arte de magia…
Pronto se encontró caminando con el personaje principal por caminos sinuosos entre estanterías llenas de libros de todos los tamaños y colores. El camino les llevó de vuelta al punto de partida: ¡la misma estantería de la biblioteca en la que el ratón B. había escogido por primera vez este mismo libro!
Desconcertado por lo que acababa de ocurrir, el ratón B. no pudo evitar coger otro libro de esa misma estantería: «La aventura continúa» – ¡Parte 2 de la historia interior! Esta vez, se adentró aún más en el mundo de este libro mágico, encontrando muchos personajes nuevos a lo largo de sus páginas hasta llegar finalmente a su dramática conclusión… o eso creía…
De repente, tras pasar una última página, se dio cuenta con sorpresa de que al final le esperaba algo especial; un mensaje secreto de más allá de estas páginas que le invitaba (y a todos los lectores) a seguir explorando historias dentro de historias para siempre: ¡a no dejar nunca de crear sus propias aventuras! Con un nuevo entusiasmo por las infinitas posibilidades de la literatura, B. Mouse se alejó de su querida estantería sintiéndose inspirado.
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