Érase una vez, en la tierra de Arabia, un anciano llamado Alí Babá. Era pobre y no tenía nada propio, salvo una pequeña choza en medio del desierto. Todos los días vagaba en busca de comida y agua para sobrevivir.
Un día, mientras caminaba por el desierto, Alí Babá se topó con algo muy extraño: ¡una gran roca con dos puertas talladas en ella! Curioso por saber qué podría haber dentro de esta misteriosa cueva, decidió entrar.
Dentro, Alí Babá descubrió que no era una cueva cualquiera; ¡estaba llena de riquezas más allá de sus sueños más salvajes! Las monedas de oro se alineaban en las paredes desde el suelo hasta el techo y las joyas brillaban como estrellas a su alrededor. Abrumado por su nueva fortuna, Alí Babá se apresuró a recoger todos los tesoros que pudo cargar antes de salir precipitadamente de la cueva.
Sin embargo, Alí no sabía que estos tesoros pertenecían a cuarenta ladrones que utilizaban este escondite secreto como base de operaciones. Una noche, poco después de descubrir las riquezas de la cueva, regresaron y descubrieron que otra persona les había robado el botín. Enfurecidos por lo sucedido, partieron inmediatamente a pie decididos a encontrar a quienquiera que hubiera entrado en su guarida oculta… ¡y así comenzó una aventura épica llena de giros y sorpresas!
Cuando se difundió la noticia de lo ocurrido en la cueva mágica, mucha gente quería una parte de sus riquezas, pero nadie se atrevía a entrar sabiendo lo peligrosas que se volverían las cosas si lo intentaban… ¡Eso hasta que nuestro valiente héroe Alí Babá dio un paso al frente jurando vengarse de los responsables de haberle quitado parte de sus riquezas que tanto le costó conseguir! Armado de valor y determinación, ¿conseguirá nuestro héroe derrotar a estos cuarenta ladrones o los celos serán un enemigo demasiado poderoso?
Deja una respuesta