Érase una vez, en el interior de Australia, un joven koala aventurero llamado Blinky Bill. Nació con la pasión de explorar y descubrir nuevos lugares.
Cuando Blinky Bill era sólo un joey, le encantaba explorar su ciudad natal, Green Patch, donde todos los animales eran amables y acogedores. Un día, mientras jugaba cerca de su casa del árbol, oyó que alguien le llamaba desde muy lejos: «¡Socorro! Ayuda!» ¡Era el Sr. Zarigüeya, que se había quedado atascado en la copa de uno de los árboles más altos de Green Patch! Sin dudarlo, Blinky Bill escaló el árbol con sus garras y rescató al Sr. Zarigüeya del peligro. Todo el mundo le elogió por su valentía y coraje, ¡incluso la señora Koala pensó que se merecía algo especial por haber salvado a su amigo!
A la mañana siguiente, cuando Blinky Bill se despertó con los ojos brillantes y la cola tupida, sintió la necesidad de ir más lejos que nunca. Así que se adentró en la salvaje y desconocida naturaleza más allá de Green Patch, después de establecer algunas reglas básicas con su madre, por supuesto. Su viaje le llevó a través de ríos, de bosques llenos de cucaburras que cantaban alegremente por encima de él, de llanuras cubiertas de hierba salpicadas de loriquitos que revoloteaban juguetones a su alrededor; todo ello rodeado de montañas que parecían poder llegar a tocar el mismísimo cielo.
A lo largo de sus viajes, Blinky conoció a muchas otras criaturas que le contaron sus historias sobre cómo la gente había dañado sus hábitats. A medida que cada animal contaba sus historias, Blinky se daba cuenta de lo importante que es proteger nuestro medio ambiente para que todos podamos vivir juntos y felices a pesar de las diferencias entre especies o culturas. Con este nuevo conocimiento en su haber (bueno, en su pata), emprendió una misión de vuelta a casa, decidido a compartir estos significativos mensajes por todo Green Patch.
Al volver a casa sano y salvo, nadie esperaba lo que ocurrió después: ¡se corrió la voz rápidamente sobre el valor y los conocimientos de Blinky durante sus aventuras en el extranjero! Finalmente, la noticia llegó hasta el Ayuntamiento de Sydney, donde el alcalde Koala declaró el «Día de Blinky», una fiesta dedicada a la concienciación medioambiental que aún hoy celebran los niños de toda Australia cada año en honor a nuestro querido héroe… ¡el propio Blinky Bill!
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