Katie y su mejor amiga
Katie siempre fue muy tímida, pero tenía unos cuantos amigos íntimos en su ciudad natal. Cuando los padres de Katie decidieron mudarse, tuvo que dejarlos a todos atrás. Estaba triste y asustada mientras la familia empaquetaba sus pertenencias, sin saber lo que le esperaba.
Mientras se alejaban de su antigua casa, Katie miraba por la ventana con lágrimas en los ojos. Todas las vistas familiares se desvanecían hasta que no quedaba nada más que la carretera abierta ante ellos.
Katie llegó a su nueva casa sintiéndose sola e insegura de hacer nuevos amigos. Esa noche lloró hasta quedarse dormida preguntándose si le gustaría a alguien de aquí o si entendería lo difícil que era para alguien tan tímido hacer nuevas conexiones rápidamente.
Sin embargo, a la mañana siguiente todo cambió cuando Katie exploró su jardín y descubrió un dragón escondido en una vieja casa del árbol abandonada. El dragón parecía bastante amistoso y tampoco le preocupaba hablar con un ser humano. Hablaron durante horas de todo tipo de cosas: libros que habían leído, lugares a los que querían viajar… ¡incluso algunas bromas tontas entre ellos hicieron reír a Katie a carcajadas! A partir de ese momento, por muy largo que fuera el día sin ningún otro amigo, él se mantuvo a su lado en las buenas y en las malas, ¡y se convirtió en uno de los mejores amigos que jamás tuvo!
Pronto se corrió la voz por todo el pueblo de que había algo especial viviendo en el patio trasero de Katie… Un dragón de verdad que también podía conversar con los humanos. Al poco tiempo, los niños acudían en masa a verlo (y a conocer a su buen amigo), así que Katie ya no se sentía tan sola, sino que tenía un montón de gente dispuesta a hablar con ella a la hora de comer o en las actividades extraescolares.
Con esta nueva confianza se abrieron más oportunidades de amistad que nunca para la joven Katie; tanto los seres humanos como las criaturas mágicas empezaron a aparecer allá donde iba, ofreciéndole compañía siempre que la necesitaba… Y juntas se aventuraron en tierras desconocidas donde sólo la imaginación se atrevía a ir, explorando secretos más allá de nuestro mundo, lo que les llevó a entablar amistades que durarán para siempre, demostrando que, dondequiera que vayas, tu corazón permanecerá leal cuando busques la amistad desde el interior de tu alma.
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