Había una vez una pequeña mariquita llamada Lara. Tenía unas impresionantes alas amarillas que la hacían destacar entre las demás mariquitas. Pero ella deseaba que fueran rojas como las de los demás.
Un día, Lara decidió volar y explorar el mundo en busca de algunas respuestas. Mientras volaba, se fijó en todo tipo de animales diferentes con rasgos únicos y alas de colores, ¡pero ninguno tenía alas amarillas como las suyas!
Lara se sentía desanimada y sola hasta que un día se encontró con otra mariquita de alas amarillas. Las dos se hicieron rápidamente amigas mientras hablaban de sus diferencias y similitudes. Incluso se reunían todas las semanas para lo que llamaban el «Día de las Alas Amarillas», en el que todos los bichos se reunían para celebrar que eran diferentes a su manera.
Poco a poco, Lara empezó a sentirse más segura de sí misma y de sus hermosas alas, independientemente del color que tuvieran. Aprendió que era importante aceptar tus rasgos individuales porque todo el mundo es especial a su manera, por muy diferentes que parezcamos por fuera.
Con el tiempo, Lara difundió este mensaje por todo el mundo para que más bichos aprendieran a estar orgullosos de lo que son también. Esto la hizo muy feliz al ver que otros aprendían a amarse a sí mismos tanto como ella amaba sus grandes y atrevidas alas amarillas.
El final
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