Había una vez un gato joven llamado Gato. Tenía unos ojos grandes y brillantes y un corazón aún más grande. Todo lo que quería era hacer algo especial para ayudar a su amo en el negocio familiar.
Un día, el Gato oyó hablar de un anciano que vivía en el bosque cercano. La gente decía que, si se lo pedías amablemente, te daría objetos mágicos.
Así que el Gato se fue de viaje al bosque. Por el camino se encontró con algunos animales amistosos que le contaron historias de sus aventuras y le aconsejaron cómo encontrar la cabaña del anciano.
Finalmente, el Gato llegó a la pequeña cabaña situada en lo profundo de un claro de árboles y llamó a la puerta amablemente. El anciano contestó rápidamente y sonrió cálidamente al ver al Gato de pie, con un aspecto tan pequeño pero decidido.
El Gato le explicó lo que quería y por qué -mejorar la vida de su amo- y, tras oírlo, le ofreció amablemente tres cosas: Un par de botas que hicieran que quien las llevara caminara más rápido que nadie; Un sombrero que hiciera que su portador se viera más guapo o guapa que nadie; Y, por último, una bolsa en la que pudiera caber cualquier cosa en su interior, ¡por muy grande que fuera!
El Gato agradeció al hombre sus generosos regalos y se apresuró a volver a casa con ellos bien guardados bajo una pata. Cuando llegó a su casa a última hora de la tarde, su amo no podía creer lo que había pasado, ¡sobre todo cuando el Gato se puso esas increíbles botas! A partir de entonces, todas las mañanas salían juntos a la velocidad del rayo. ¡En poco tiempo se convirtieron en comerciantes de gran éxito gracias a estos objetos mágicos regalados por el bondadoso Viejo del Bosque!
Y así todos vivieron felices para siempre – ¡¡incluyendo a nuestro valiente héroe Gato llamado ‘PUSS IN BOOTS’!!
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