Había una vez un pajarito azul llamado Azul. Vivía en el nido más perfecto, en lo alto de un viejo árbol. Todas las mañanas se despertaba con el sol asomando por el horizonte y sus plumas brillando con el rocío.
Un día, decidió que era hora de encontrar otro nido, ¡uno aún mejor que el actual! Así que salió volando, buscando a lo largo y ancho algo más cómodo y lujoso.
Visitó todo tipo de árboles imaginables, desde pinos altos hasta manzanos cortos, pero ninguno parecía adecuado: ¡demasiado incómodo o no lo suficientemente grande! Tras horas de búsqueda, Pájaro Azul finalmente perdió la esperanza y emprendió el vuelo de vuelta a casa.
En el camino de vuelta, Pájaro Azul se dio cuenta de lo bonito que se veía todo desde lo alto del cielo: toda la belleza de la naturaleza se extendía bajo él como un manto de terciopelo verde. Se dio cuenta de la suerte que había tenido de tener un nido tan maravilloso en casa y de poder disfrutar de toda esa belleza a su alrededor cada día.
Blue cambió rápidamente de rumbo y se dirigió directamente hacia su casa, abrazando el calor que irradiaba desde el interior de su acogedor nido cuando llegó allí sano y salvo. En cuanto aterrizó dentro, Blue supo sin duda que nada podría compararse con su nido especial, ¡porque contenía mucho amor entre sus paredes!
A partir de entonces, cada vez que Pájaro Azul pensaba en encontrar otro lugar al que llamar hogar, todos los pensamientos se desvanecían rápidamente, ya que ninguno podía compararse con el lugar al que realmente pertenecía su corazón: en el mejor nido de todos: ¡su propio hogar, dulce hogar!
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