Había una vez dos amigos en el mismo prado. Uno de ellos era una hormiga y el otro un saltamontes. Al saltamontes le encantaba cantar y bailar todo el día mientras la hormiga trabajaba duro recogiendo comida para el invierno.
La hormiga preguntó al saltamontes: «¿Por qué no me ayudas a recoger comida para el invierno? Deberías ahorrar algo de comida para que cuando llegue el invierno no tengamos que pasar hambre». Pero el saltamontes se echó a reír y dijo: «¡Ni hablar! ¡Me estoy divirtiendo demasiado cantando y bailando! De todos modos, el invierno no llegará nunca…».
Pero, efectivamente, pronto empezó a hacer mucho frío en el exterior, pues había llegado el invierno. Los ríos comenzaron a congelarse y empezó a nevar todos los días. La hormiga se mantenía caliente dentro de su acogedora casita hecha de hojas, pero el pobre Saltamontes no tenía dónde ir porque no había ahorrado comida ni se había construido una casa como hizo la hormiga antes de que llegara la estación fría.
Saltamontes se sentía muy triste y solo ahora que ya no podía disfrutar de sus actividades favoritas debido a las condiciones climáticas extremas del exterior. Se dio cuenta de que, después de todo, quizá Hormiga tenía razón: debería haber recogido algo de comida durante el verano en lugar de malgastar sus días cantando y bailando despreocupadamente sin preocuparse de lo que pasaría más tarde, cuando llegara el invierno.
Así que una mañana Saltamontes se acercó a la puerta de Hormiga llamando a gritos para preguntarle si podía compartir con él algunas de las provisiones que había almacenado, ya que Saltamontes no había hecho nada útil antes para prepararse para esta dura estación que se avecinaba… Pero aunque Hormiga sintió pena por él, le dijo que no porque no sería justo para los que habían estado trabajando duro durante todo el verano reuniendo los recursos necesarios para sobrevivir a los duros tiempos del invierno a pesar de lo difícil que podía ser su trabajo.
Esto hizo que Grasshoper se diera cuenta de lo importante que es la preparación -especialmente cuando se enfrentan acontecimientos inciertos como patrones climáticos impredecibles- y desde entonces juró no volver a descuidar la realización de algo productivo que ayudara a garantizar la seguridad futura para no volver a ser vulnerable ante este tipo de circunstancias adversas. Así que la próxima vez, en lugar de pasar la mayor parte del tiempo disfrutando, Grashooper dedicó la mayor parte del día a la construcción de un refugio.
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