Érase una vez, en una antigua aldea japonesa, un joven valiente llamado Kintaro. Se le conocía como el «Niño de Oro» por su enorme fuerza y valor. Todos los habitantes de la aldea le respetaban por su valentía y su lealtad a sus amigos y familiares.
Kintaro tenía muchos amigos animales a los que solía llevar de aventuras por el campo, explorando nuevos lugares y conociendo a gente nueva. Un día, mientras estaban explorando cerca de un lago de montaña, ¡se encontraron con un gran oso! Para sorpresa de todos, Kintaro se acercó a él sin dudarlo, pero en lugar de atacarlo le ofreció comida de su bolsa. El oso aceptó agradecido y desde entonces se hizo muy amigo de Kintaro y sus compañeros animales.
Kintaro vivió muchas más aventuras emocionantes con sus amigos peludos por todo Japón: visitaron templos en lo alto de las montañas que dominaban hermosos valles donde los cerezos en flor flor florecían brillantemente contra el cielo azul; nadaron por ríos llenos de peces; treparon por altos árboles para llegar a nidos ocultos llenos de huevos; exploraron cuevas secretas en las profundidades del suelo donde habitaban misteriosas criaturas… ¡todas estas cosas increíbles las hizo Kintaro junto a sus leales amigos animales!
En una aventura concreta, Kintaro se topó con un viejo castillo abandonado que guardaba entre sus muros misterios indecibles que esperaban ser descubiertos por almas valientes como él. Sin miedo alguno, se aventuró en su interior -acompañado únicamente por la luz de una única vela- hasta que, tras horas de búsqueda, descubrió algo increíble: ¡una antigua espada samurái escondida entre dos paredes llenas de telarañas! Este descubrimiento le hizo aún más valiente que antes, ya que ahora, cuando se enfrentaba a un peligro o a un obstáculo, no había nada que pudiera retenerle: ¡ni siquiera una bestia salvaje o un río embravecido podían detener la determinación de este niño de oro!
A lo largo de todas estas maravillosas experiencias, Kintaro se hizo más fuerte tanto en su cuerpo como en su mente, aprendiendo valiosas lecciones sobre la amistad, la confianza, la seguridad en sí mismo
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