Había una vez un viejo gigante en el bosque. Era muy alto y fuerte, pero también era muy ciego. El gigante llevaba muchos años viviendo solo y no le gustaban las visitas. Un día, Jack se topó con la casa del gigante mientras caminaba por el bosque y pronto se encontró cautivo del gigante durante siete largos años.
Jack trabajaba duro cada día para asegurarse de que nada molestara a su captor. Se aseguró de hacer todas sus tareas con rapidez y en silencio para no llamar la atención del Gigante, que podía enfadarse fácilmente si las cosas no se hacían correctamente. Con el tiempo, Jack aprendió a pensar de forma independiente y a utilizar su ingenio a la hora de enfrentarse a situaciones difíciles, ¡algo que no habría podido hacer sin toda esa práctica!
Sin embargo, una noche, tras siete largos años de cautiverio, Jack vio por fin una oportunidad cuando el Gigante se quedó dormido después de cenar. Aprovechando esta oportunidad con ambas manos, Jack se escabulló de la casa de los gigantes al amparo de la oscuridad mientras seguía llevando consigo todas sus pertenencias para que no se quedaran atrás ni fueran descubiertas por nadie más en caso de que se quedaran atrapados intentando escapar.
Tras varios días a pie, Jack consiguió por fin llegar a un lugar seguro, donde contó a todo el mundo lo que había sucedido en el bosque; la gente se escandalizó ante semejante injusticia, sobre todo porque el gigante sabía claramente que no debía encarcelar a alguien así, pero de todos modos no se preocupó de hacer lo correcto… Afortunadamente, la justicia prevaleció finalmente debido a los buenos modales mostrados por Jack a lo largo de la prueba, a pesar del trato recibido, lo que llevó a las autoridades a tomar medidas contra la injusticia cometida, liberándolo finalmente de la prisión creada por las propias acciones del Gigante cegado, restaurando así el equilibrio de la paz una vez más.
Finalmente, se reunió con sus amigos de la familia tras el incidente, y se celebraron las lecciones aprendidas, destacando la importancia de mostrar amabilidad a los demás, independientemente de su tamaño, para conseguir resultados positivos que nos beneficien a todos, en lugar de intimidar a los más débiles y menos afortunados….
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