Mamá gallina ocupada
Había una vez una gallina madre llamada Sra. Cluck. Vivía en una granja con su familia de pollitos, y los quería mucho. Todos los días se levantaba temprano para cuidar de ellos, asegurándose de que estuvieran seguros y felices.
Un día, la Sra. Cluck oyó hablar de una emocionante feria que llegaba a la ciudad y que sonaba como una gran diversión para toda la familia. Pero cuando salió a ver cómo estaban sus pollitos en el gallinero, se dio cuenta de que ya era casi la hora de que salieran del cascarón, así que decidió que quedarse en casa con sus pequeños era más importante que ir a la feria.
La Sra. Cacareo se quedó junto a sus huevos toda la noche hasta que, finalmente, uno a uno, cada pollito salió del cascarón sano y salvo. La orgullosa mamá cacareó felizmente cuando cada uno de sus bebés salió del cascarón y correteó en busca de comida y calor en su nuevo hogar.
Aunque la Sra. Cluck se había perdido la feria este año, ¡nada la hacía más orgullosa y feliz que ver lo lejos que habían llegado sus bebés desde que empezaron a crecer dentro de esos huevos! A partir de entonces, todos los días estaban llenos de amor mientras la Sra. Cluck los cuidaba y exploraban su entorno bajo su atenta mirada, ¡jugando juntos entre comidas de mazorcas de maíz y gusanos!
La moraleja de esta historia es que a veces hay que anteponer la familia a todo lo demás, ¡incluso si eso significa perderse algo divertido como una feria! Con suficiente amor y dedicación por parte de padres como la Sra. Cluck (¡y quizá también con algunos regalos especiales!), ver crecer a tus hijos puede ser una experiencia tan gratificante como cualquier otra actividad que se te ocurra hacer, ¡independientemente de la edad o la etapa de la vida en la que se encuentren tus hijos!
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