Había una vez un gato muy especial llamado Jimmy. Vivía en un pintoresco pueblecito con su familia y los demás animales que vivían cerca.
Jimmy siempre buscaba formas de ser útil, y le gustaba especialmente ayudar en el jardín. Un día tuvo una idea: ¿por qué no hacer su propio jardín? Con la ayuda de sus amigos, podrían cultivar todo tipo de plantas y flores.
Así que Jimmy se lanzó a la aventura de encontrar el lugar adecuado para su nuevo jardín. Después de buscar por todas partes, por fin lo encontró: un trozo de hierba soleado rodeado de árboles perfectos para trepar. Ahora lo único que necesitaba Jimmy era algo de ayuda para plantar las cosas en la tierra.
Preguntó en el pueblo quién podría estar dispuesto a acompañarle, pero nadie parecía interesado hasta que, por fin, habló uno de sus amigos animales: ¡la Sra. Conejo! Dijo que le encantaría ayudar a plantar cosas con él si supiera qué tipo de cosas funcionarían mejor en su nuevo jardín.
Jimmy se lo pensó mucho antes de dar con la solución perfecta: ¡hortalizas! Plantaron zanahorias, patatas, tomates, judías… ¡todo lo que se te ocurra que crezca bien en los jardines! Mientras trabajaban juntos codo con codo, la Sra. Conejo le enseñó a Jimmy todo lo que hay que saber sobre los distintos tipos de verduras y lo importante que es cuidarlas para que crezcan bien.
Por fin, su duro trabajo dio sus frutos cuando su huerto floreció hasta convertirse en algo hermoso, lleno de deliciosas frutas y verduras listas para ser cosechadas cada temporada. Todos los habitantes de la ciudad se enteraron de la historia de éxito de Jimmy, lo que les hizo sentirse muy orgullosos: ¡después de todo, nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para empezar a ser útil o marcar la diferencia en tu comunidad!
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