Érase una vez, en una tierra lejana, dos mejores amigas: Polly, la princesa pirata, y Petronella, el loro. Siempre habían soñado con ir a la aventura juntas y un día su deseo se hizo realidad.
Polly y Petronella estaban paseando por la playa cuando vieron un barco pirata atracado justo al lado de la costa. Las dos amigas se miraron emocionadas al darse cuenta de lo que eso significaba: ¡podrían ir a su propia aventura! Así que, sin dudarlo, Polly y Petronella se dirigieron al barco pirata.
El capitán las vio enseguida, pero en lugar de regañarlas las invitó a subir a bordo. Les dijo que su tripulación estaba escasa de personal, por lo que cualquier ayuda sería apreciada. Las princesas aceptaron encantadas unirse a él en su viaje alrededor del mundo.
Durante el viaje, Polly le enseñó a su amigo muchas cosas que había aprendido en los libros sobre física, química, geografía, astronomía y mucho más. Incluso compartió con él algunas historias que inventó sobre la marcha. Mientras tanto, Petronella ayudaba en el barco arreglando las velas o limpiando después de las comidas, como debe hacer un buen loro 🙂
La amistad entre estos dos se fortalecía cada día más gracias a su cooperación a bordo del barco. Después de semanas de navegar en busca de tesoros más allá de lo imaginable, finalmente sucedió: Una noche, durante la cena, Polly anunció a todos que había descubierto algo extraordinario: ¡¡¡monedas de oro escondidas bajo el agua cerca de una isla llamada «Tikki Tikki»!!! ¡¡Todos aplaudieron con fuerza en cuanto escucharon esta noticia porque significaba que ahora todos podrían convertirse en ricos piratas!!
Navegaron hacia la isla «Tikki Tikki» con la expectación creciendo en su interior; ¡¡cuando de repente, de la nada, apareció otro enorme barco pirata listo para la batalla! Se produjo una feroz lucha hasta que finalmente ambos barcos se rindieron y se restableció la paz una vez más… Pero esto no había terminado todavía… ¡Ahora nuestros valientes aventureros tenían que encontrar esos cofres del tesoro enterrados!
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