Había una vez una niña llamada Henrietta. Le encantaban sus peluches y quería dormir con todos ellos a la vez. Pero cuando intentó meterlos en la cama con ella, se dio cuenta de que diez mimos en una cama eran demasiados.
Henrietta se enfrentó a un dilema imposible: ¿cómo podía elegir cuál de sus queridos peluches debía quedarse? Lo pensó mucho, pero no pudo decidir quién debía ocupar el codiciado lugar junto a su almohada.
De repente, Henrietta tuvo una idea. Decidió invitar a cada uno de sus amigos especiales a una conversación individual sobre por qué se merecían el preciado lugar junto a su cabeza. Así que, a lo largo de la noche, antes de acostarse, Henrietta habló con cada juguete por separado sobre las cualidades únicas que los hacían tan especiales para ella.
Tras muchas deliberaciones, Henrietta eligió finalmente tres de sus peluches favoritos: El Gato Peludo, el Conejo de Chocolate y el Oso Arco Iris, que tendrían el honor de dormir junto a su dueña esa noche en particular.
A la mañana siguiente, cuando Henrietta se despertó de un plácido sueño rodeada de estos tres afortunados compañeros de mimos, recordó lo importante que había sido la decisión, no sólo para ella, sino también para todos aquellos amigos especiales que no habían conseguido acostarse esta vez…
Pero, independientemente de lo que ocurriera en las futuras noches, una cosa quedó clara: ¡diez mimos en una cama siguen siendo demasiados!
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