Érase una vez, en la sabana africana, que vivían muchos animales. Eran felices y estaban contentos viviendo su vida en armonía con la naturaleza.
Un día empezó a ocurrir algo extraño. Todos los animales empezaron a sentir miedo sin motivo alguno. Dondequiera que fueran, sentían como si alguien les siguiera: ¡una gran sombra que ninguno de ellos podía identificar!
El elefante estaba tan asustado que huyó de su manada, mientras que la cebra intentó esconderse detrás de unas hierbas altas. El guepardo se quedó cerca de sus cachorros y observó atentamente si había algo fuera de lo normal. Incluso el pequeño suricato dejó de cavar y se quedó quieto, intentando no hacer ningún ruido ni llamar la atención.
Todas estas criaturas asustadas siguieron corriendo hasta que, finalmente, un valiente antílope se adelantó y dijo: «¿Qué es lo que nos tiene tan asustados?». Los demás animales miraron nerviosos a su alrededor, pero nadie tenía una respuesta: ¿qué era?
De repente oyeron un fuerte rugido que venía de arriba. Mirando al cielo, vieron un enorme pájaro que volaba sobre ellos proyectando su enorme sombra sobre todos. Fue entonces cuando todos se dieron cuenta de que esa misteriosa criatura no era algo siniestro después de todo: ¡sólo un pájaro muy grande en busca de comida!
Todos se rieron aliviados de su estúpido error y pronto volvieron a casa sanos y salvos, sin olvidar nunca su encuentro con «¿Qué es?».
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