Érase una vez, en un reino lejano, una hermosa princesa. Era muy querida por toda la gente del reino por su bondad y su valor.
Un día, mientras caminaba por el bosque de su reino, se encontró con una anciana. Esta anciana tenía unos extraños ojos que brillaban como estrellas y un largo cabello gris que brillaba en plata a la luz del sol. La Princesa supo enseguida que debía tratarse de una Abuela mágica.
La Abuela le habló a la Princesa de un ejército de duendes que vivían en lo más profundo de estos bosques y que causaban problemas a cualquiera que se aventurara a acercarse a ellos. Para proteger su reino, preguntó a la valiente princesa si se enfrentaría a estas malvadas criaturas y las derrotaría de una vez por todas. Sin dudarlo, la princesa aceptó ayudar a salvar a su pueblo del peligro.
En ese momento, de la nada apareció un joven que también ofreció su ayuda: quería demostrar su valentía al igual que su héroe -la princesa- y unirse a ella en esta búsqueda. Junto con su nuevo aliado, se adentraron en tierras desconocidas llenas de peligro, pero también de esperanza…
Tras días de viaje, por fin llegaron a su destino: Un enorme castillo rodeado de un bosque encantado lleno de misteriosas criaturas como hadas, elfos y otros seres míticos que les ayudaron en su viaje cuando más lo necesitaban. Aquí se enfrentaron a numerosos guerreros goblins, pero finalmente consiguieron triunfar sobre el mal gracias a la valentía y la determinación combinadas con la amistad, ¡un arma poderosa! Con los corazones llenos de alegría volvieron a casa victoriosos, donde todos celebraron su éxito juntos como una familia bajo el cielo estrellado…
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