Érase una vez, en la antigua China, un rey que tenía una hija. Era la princesa más bella de todo el país y todos la querían mucho.
Un día, mientras caminaba por el bosque, la princesa oyó un sonido inusual procedente de lo alto. Al mirar hacia arriba, vio un pájaro gigante con nueve cabezas que surcaba el cielo hacia ella. La Princesa huyó rápidamente, pero ya era demasiado tarde: el Pájaro la agarró y voló hacia el cielo nocturno.
El Rey estaba consternado por la desaparición de su hija y envió mensajeros a buscarla por toda China. Tras semanas de búsqueda, no encontraron ningún rastro ni del Pájaro ni de su querida hija. Parecía que había desaparecido sin dejar rastro…
Afortunadamente, en ese momento apareció ante ellos un anciano vestido con túnicas blancas que afirmaba que podía ayudarles a encontrar a su princesa desaparecida. Les dijo que, si le daban tres días de tiempo, sería capaz de localizar el lugar al que se la había llevado ese misterioso Pájaro utilizando sus poderes mágicos.
¡El Rey aceptó y lo puso en camino con mucha prisa, ya que se les estaba acabando el tiempo para salvar a su amada princesa de cualquier peligro que pudiera estar enfrentando ahora que estaba cautiva por esta extraña criatura de nueve cabezas!
Finalmente, tras muchas horas de viaje a través de ríos y montañas, nuestro héroe llegó a lo que parecía un templo abandonado en lo más profundo de oscuros bosques, custodiado por dos dragones de aspecto feroz. Sin temor alguno, entró en sus muros, que pronto se iluminaron revelando vastas cámaras llenas de tesoros inimaginables. Por fin, nuestro héroe localizó el lugar en el que nuestra pobre princesa yacía dormida bajo algún tipo de encantamiento puesto sobre ella nada más y nada menos que por este misterioso Pájaro de Nueve Cabezas en persona; parece que quería algo de aquí que sólo nuestro valiente héroe puede proporcionar: ¡valor!
Con gran fuerza y determinación, nuestra heroica figura luchó duramente contra ambos dragones hasta que finalmente consiguió liberarse de sus garras, lo que le dio tiempo suficiente para alcanzar un bastón mágico especial, escondido entre todas las riquezas que se guardan a salvo dentro de estos muros, que se dice que puede derrotar incluso a bestias poderosas como éstas: ¡¡¡éxito!!! ¡En un último esfuerzo se lanzó hacia adelante desatando su poder directamente sobre ambos dragones incapacitándolos al instante y liberando así a la pobre princesa atrapada bajo tan poderoso hechizo lanzado sobre ella nada menos que por el propio pájaro de nueve cabezas! Juntos recogieron todos los objetos preciosos que estaban dispersos en el interior de estas cámaras, trayendo así la paz de vuelta a casa gracias únicamente a
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