Había una vez un niño valiente llamado Bora. Vivía en una aldea africana y le encantaba explorar el mundo que le rodeaba. Sus padres siempre le enseñaron que era importante ser valiente y no renunciar nunca a sus sueños.
Un día, su madre le dijo que tenía que ir al médico a vacunarse. Al principio, Bora tenía miedo porque no sabía lo que iba a pasar en la consulta del médico. Pero entonces su familia le recordó lo valiente que podía ser cuando se enfrentaba a situaciones difíciles, así que Bora decidió afrontar este reto con valentía.
Llegó el día de la cita de Bora en la consulta del médico y todos los habitantes de la aldea se despidieron con un gesto desde las puertas de sus casas deseándole suerte y diciéndole lo valiente que es por ir solo. En el camino, Bora se encontró con mucha gente que también le animaba. Todos sabían que vacunarse es muy importante porque puede protegerte de enfermedades peligrosas como el sarampión o la varicela, que se propagan rápidamente entre los niños de África si no se previenen con las vacunas que se administran regularmente en las consultas médicas.
Finalmente, tras recorrer las calles de la ciudad charlando alegremente con todos los que se paraban a saludar por el camino, ¡Bora llegó a la consulta del médico sintiéndose seguro de sí mismo a pesar de estar nervioso por dentro! Después de hablar con una amable enfermera que le explicó todo con claridad y respondió a todas las preguntas de Bora -aunque algunas fueran tontas-, ¡por fin llegó el momento de vacunarse! Todos contuvieron la respiración mientras esperaban fuera, pero pronto oyeron fuertes vítores que salían de la sala: ¡significaba que todo había ido bien y que el valiente Borato había recibido su vacuna sin ningún problema ni lágrimas!
Todo el mundo elogió al pequeño Borato valiente sabiendo ahora lo valiente que es cuando se enfrenta a retos como éste, y así deberíamos recordarlo todos cuando nos enfrentemos a algo que nos dé miedo: mantén la calma, confía en ti mismo, respira hondo, piensa en positivo, cree en tu propio valor… superarás todo lo que la vida te depare, como ha hecho hoy nuestro querido héroe, el pequeño Borato valiente, demostrando una vez más por qué la conversación y el valor son dos valores que merece la pena vivir cada día.
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