Érase una vez, en las vastas sabanas de África, una manada de leones. Todo el mundo sabía que los leones eran siempre valientes y que recorrían sus tierras sin vacilar. ¡Pero resulta que no todos los leones eran tan intrépidos después de todo!
Toto era uno de esos cachorros de león que había nacido en la manada, pero parecía carecer del valor de sus hermanos. Por mucho que lo intentara, Toto no podía reunir el valor suficiente para enfrentarse a sus miedos. Se asustaba hasta de las cosas más pequeñas, como los ratones que se cruzaban en su camino o los pájaros que cantaban por encima de él en los árboles.
Los demás animales se daban cuenta de ello y se burlaban de él por ser un gato asustadizo en lugar de un león aventurero como pensaban que debía ser. El pobre Toto se sentía abochornado y avergonzado por no poder estar a la altura de las expectativas de todos. Deseaba desesperadamente demostrar su valentía, como hacían los otros leones orgullosos, pero no sabía cómo hacerlo.
Pero un día ocurrió algo sorprendente: Toto se topó con un viejo elefante sabio que pudo percibir su miedo y le ofreció un consejo: «No pasa nada si aún no estás preparado», dijo el elefante con dulzura, «A veces todos necesitamos ayuda para enfrentarnos a nuestros miedos». El elefante compartió entonces con Toto una técnica secreta que consistía en dar pequeños pasos cada día hasta que, finalmente, incluso las tareas más grandes se podían conquistar, ¡por muy aterradoras que parecieran antes!
Con la nueva determinación y confianza que le proporcionaron estas palabras de sabiduría, poco a poco Toto fue recuperando el valor hasta que, finalmente, un día reunió en su interior la fuerza suficiente para volver a participar en todas esas atrevidas aventuras con sus amigos. Todo el mundo se sorprendió (¡y se sintió aliviado!) al ver que, a pesar de lo que habían pensado antes sobre su miedo a todo, en el fondo el cachorro de león Toto había sido valiente todo el tiempo, demostrando una vez más que no se puede juzgar un libro por su portada… ¡o en este caso tampoco a un cachorro de león!
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