Érase una vez una niña llamada Nita. Era muy especial, porque tenía el rasgo más singular de todos: ¡su cabeza miraba hacia abajo en lugar de hacia arriba! Todo el mundo en el pueblo no podía evitar notarlo y señalarlo cada vez que la veían.
Nita creció sintiéndose avergonzada por esta rareza, por lo que intentaba mantenerse alejada de la gente en la medida de lo posible. Pero un día ocurrió algo extraordinario que lo cambió todo para siempre.
En un día de primavera inusualmente cálido, Nita decidió dar un paseo por el parque cercano a su casa. Mientras caminaba por el sendero, admirando todas las hermosas flores que florecían a su alrededor, de repente notó algo extraño en ella misma: ¡Estaba al revés! A pesar de asustarse al principio, Nita se dio cuenta rápidamente de que estar boca abajo le parecía correcto y natural; ¡le hacía sentirse libre y liberada!
A partir de ese momento, Nita aceptó estar al revés y nunca miró atrás. En todos los lugares a los que iba con la cabeza hacia abajo, la gente se detenía y se quedaba mirando, pero al ver lo feliz que hacía a Nita, pronto la seguían. Pronto todo el mundo caminaba con la cabeza vuelta hacia el suelo, ¡era un espectáculo digno de ver!
La historia de Nita se hizo famosa en toda la ciudad y acabó inspirando un maravilloso libro ilustrado sobre la individualidad y la confianza en uno mismo llamado «¿Por qué Nita está boca abajo? Enseñó a los niños de todo el mundo que, independientemente de lo que te haga diferente, siempre debes estar orgulloso de quién eres por dentro.
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