Había una vez un búho y un gato que eran los mejores amigos. Vivían juntos en el bosque y se pasaban el día cantando y bailando juntos.
Un día, el búho decidió que quería llevar al gato a una aventura. Dijo: «¡Vamos a dar un paseo en barco!». La gata estaba tan emocionada que apenas podía contenerse: ¡nunca había estado en un barco! Así que salieron volando en el cielo nocturno hacia el mar.
Cuando llegaron a la orilla, encontraron un precioso barquito que parecía hecho sólo para ellos. Estaba pintado de colores brillantes y de su mástil salían cintas. Se subieron a él, sintiéndose muy aventureros.
El búho se agarró a los remos y empezó a remar hacia el mar tan rápido como le permitían sus alas. Mientras tanto, la gata se acurrucó en su asiento ronroneando felizmente mientras navegaban cada vez más lejos de tierra. Pronto les pareció que estaban a kilómetros de distancia.
De repente, ocurrió algo especial: ¡a su alrededor empezaron a titilar las estrellas en todas las direcciones! El Búho y la Gata se sonrieron mutuamente: ¡qué suerte que este viaje mágico tuviera lugar bajo unas luces tan deslumbrantes! Y lo que es mejor, cuando miraron hacia abajo en su barquito, ¡también brillaron pequeños destellos a través de sus tablas!
Los dos amigos pasaron horas admirando toda la belleza de la naturaleza hasta que llegó el momento de volver a casa. En cuanto sus pies volvieron a tocar tierra firme, ambos animales supieron que sería una historia increíble que contarían a todos en casa sobre su fantástico viaje por mares centelleantes bajo cielos estrellados.
Partieron a través de bosques llenos de luciérnagas que iluminaban su camino hasta llegar finalmente a casa sanos y salvos

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